La frase probablemente se origina en la idea de un violín muy pequeño que produce un sonido agudo y chirriante que puede sonar cómico o exagerado en comparación con la gravedad de la situación que se describe. Sugiere que el hablante cree que la reacción o expresión de angustia de la persona es exagerada o no merece una simpatía genuina.
Cuando alguien dice que está "tocando el violín más pequeño" para otra persona, esencialmente está diciendo que encuentra la queja o la desgracia de esa persona sin importancia o incluso divertida. Es una forma de descartar las preocupaciones o los problemas de alguien sin mostrar ninguna compasión o comprensión real.
Es importante tener en cuenta que el uso de esta expresión puede percibirse como insensible o desdeñoso, por lo que debe usarse con cautela y solo en contextos apropiados donde se entienda claramente la intención.