Cuando escuchamos una pieza musical que no está bien estructurada, puede resultar confusa y difícil de seguir. Esto se debe a que nuestro cerebro no es capaz de encontrarle sentido. Como resultado, podemos perder interés en la música y dejar de escucharla.
La estructura también puede ayudar a crear tensión y liberación en la música. Cuando una pieza musical está bien estructurada, la tensión aumentará y luego se liberará en el momento adecuado. Esto puede resultar muy emocionante y atractivo para el oyente.
Además de ayudar a nuestra mente a desarrollar expectativas, la estructura también puede ayudar a crear una sensación de unidad en una pieza musical. Cuando una pieza musical está bien estructurada, las diferentes partes encajarán bien y la música fluirá sin problemas. Esto puede crear una experiencia muy satisfactoria para el oyente.