Monofonía: Se trata de la textura más sencilla, formada por una única línea melódica sin acompañamiento. La monofonía se encuentra a menudo en la música antigua, como el canto gregoriano.
Homofonía: Esta textura consta de una melodía acompañada de acordes. La homofonía es la textura más común en la música clásica occidental.
Polifonía: Esta textura consta de dos o más líneas melódicas independientes que se tocan simultáneamente. La polifonía se encuentra a menudo en la música del Renacimiento y del Barroco.
Heterofonía: Esta textura es similar a la polifonía, pero las líneas melódicas no son tan independientes. La heterofonía se encuentra a menudo en la música tradicional de todo el mundo.
Aleatorio: Esta textura involucra elementos de azar o aleatoriedad. La música aleatoria se encuentra a menudo en la música clásica contemporánea.
Dron: Esta textura consiste en una nota o acorde sostenido que se toca a lo largo de la pieza. La música con drones se encuentra a menudo en la música clásica india y otras músicas tradicionales.
Clúster: Esta textura consta de un grupo de notas que se tocan simultáneamente sin tener en cuenta las reglas armónicas tradicionales. La música cluster se encuentra a menudo en la música clásica contemporánea.
Masa sonora: Esta textura consiste en una densa masa de sonido que se crea al tocar una gran cantidad de notas simultáneamente. La música de masas sonora se encuentra a menudo en la música clásica contemporánea.
Silencio: Esta textura consiste en la ausencia de sonido. El silencio se utiliza a menudo en la música clásica contemporánea para crear una sensación de suspenso o drama.