Un factor clave fue la diferencia en los estilos musicales. Slipknot es conocido por su sonido pesado y agresivo, mientras que la música de Limp Bizkit está más orientada al rap. Esta diferencia estilística generó muchas críticas por parte de ambos lados, y cada banda acusó a la otra de ser derivada o carente de originalidad.
Otro factor fue la respectiva popularidad de las bandas. Slipknot ganó un gran número de seguidores a finales de la década de 1990, gracias en parte a su controvertida imagen y sonido. Limp Bizkit también logró un gran éxito durante este tiempo, pero a menudo se los consideraba una banda más comercial y accesible. Esta diferencia de popularidad provocó mucho resentimiento por parte de Slipknot, quien sentía que Limp Bizkit no merecía tanto su éxito.
Finalmente, hubo varios conflictos personales entre los integrantes de las dos bandas. En particular, el líder de Slipknot, Corey Taylor, ha sido franco en sus críticas al líder de Limp Bizkit, Fred Durst. Taylor ha acusado a Durst de ser un traidor y un fraude, y en repetidas ocasiones ha hecho comentarios despectivos sobre su música y su vida personal.
Todos estos factores contribuyeron al conflicto entre Slipknot y Limp Bizkit. Si bien las dos bandas nunca han tenido altercados físicos, su rivalidad ha estado bien documentada y ha durado más de dos décadas.