2. El sonido del viento a través de un bosque de pinos. Hay algo en la forma en que el viento canta a través de las agujas de los pinos y el sonido que hacen los árboles cuando se balancean que me llena de paz. Es un sonido que me recuerda la belleza de la naturaleza.
3. El sonido de una suave lluvia cayendo sobre un techo de chapa. Cuando era más joven, pasaba muchas noches acostado en mi cama escuchando el suave sonido de la lluvia cayendo sobre el techo fuera de mi ventana. El sonido lento y rítmico siempre ha sido relajante y agradable para mí.
4. El sonido del fuego de leña crepitando Hay pocos sonidos que me resultan más acogedores que el crujir de la madera al arder en una chimenea. Inmediatamente me invoca esa sensación perfecta de vacaciones de invierno.
5. El sonido de una guitarra rasgueada suavemente. Siempre me ha encantado el suave sonido de tocar una guitarra con los dedos. Hay algo tan simple pero hermoso en ello.