El simbolismo musical se puede utilizar tanto en la música clásica como en la popular. En la música clásica, se suele utilizar para transmitir las emociones o ideas expresadas en la letra o el libreto. Por ejemplo, en la ópera "La Traviata", el uso de tonos menores y acordes disonantes ayuda a transmitir la naturaleza trágica de la historia. En la música popular, el simbolismo musical se utiliza a menudo para crear un estado de ánimo o atmósfera particular. Por ejemplo, el uso de un riff de guitarra distorsionado en una canción de rock podría usarse para crear una sensación de ira o agresión, mientras que el uso de un sintetizador en una canción pop podría usarse para crear una sensación de euforia.
El simbolismo musical puede ser una herramienta poderosa para que compositores y músicos expresen sus ideas y emociones. Al elegir cuidadosamente los instrumentos, melodías, ritmos y letras adecuados, pueden crear una experiencia musical que sea significativa y agradable.