Un momento clave en la evolución del teatro musical fue la aparición de la opereta en Europa a mediados del siglo XIX. La opereta, que combinaba elementos de la ópera con música popular y diálogos hablados, ganó inmensa popularidad y sentó las bases para formas posteriores de teatro musical.
En los Estados Unidos, el desarrollo del teatro musical estuvo significativamente influenciado por el auge de los espectáculos de vodevil y juglar a finales del siglo XIX. Los actos de vodevil a menudo incluían cantos y bailes, mientras que los espectáculos de juglares incorporaban elementos de la música y la cultura afroamericana. Estas influencias contribuyeron al desarrollo de un estilo de teatro musical claramente americano.
A principios del siglo XX se produjo el surgimiento de Broadway como epicentro del teatro musical en Estados Unidos. Espectáculos de Broadway como "The Black Crook" (1866) y "The Prince of Pilsen" (1903) ayudaron a establecer las convenciones del teatro musical, incluida la integración de la música, la danza y el diálogo hablado en una narrativa coherente.
Una de las figuras más importantes en el desarrollo del teatro musical fue Jerome Kern, quien compuso muchos musicales de Broadway a principios del siglo XX. Las obras de Kern, como "Show Boat" (1927), ayudaron a elevar el género del teatro musical incorporando números musicales más complejos y sofisticados.
En general, finales del siglo XIX y principios del XX fueron cruciales en la evolución del teatro musical como un género distinto, caracterizado por la integración de la música, la danza y el diálogo hablado en una experiencia teatral unificada.