Los motivos pueden variar en longitud, pero normalmente constan de unas pocas notas o frases. Pueden estar compuestos por cualquier combinación de tonos, ritmos y dinámicas, y pueden ser tocados por cualquier instrumento o grupo de instrumentos. Los motivos pueden repetirse exactamente, variarse o desarrollarse a lo largo de una pieza musical.
El uso de motivos es una técnica común en la música clásica y se puede encontrar en las obras de compositores como Beethoven, Mozart y Bach. Sin embargo, los motivos no se limitan a la música clásica, sino que también se pueden encontrar en otros géneros, como el jazz, el folk y la música popular.
A continuación se muestran algunos ejemplos de motivos musicales:
* El motivo de cuatro notas de la Quinta Sinfonía de Beethoven
* El motivo de tres notas de Eine kleine Nachtmusik de Mozart.
* El motivo de dos notas del Concierto de Brandeburgo n.º 3 de Bach
* El riff de guitarra repetido en "(I Can't Get No) Satisfaction" de los Rolling Stones.
* El motivo del arpegio ascendente en "Stairway to Heaven" de Led Zeppelin
* El motivo cromático descendente en "Comfortably Numb" de Pink Floyd
Estos son sólo algunos ejemplos de las muchas formas en que se pueden utilizar los motivos musicales en la música. Los motivos pueden ser una herramienta poderosa para crear interés, variedad y unidad dentro de una pieza musical.