2. El ascenso del nacionalismo: El siglo XIX fue testigo de un aumento de los sentimientos nacionalistas en toda Europa, que se manifestó en diversos movimientos culturales y artísticos, incluida la música. Los compositores se inspiraron en su herencia nacional, incorporando melodías, ritmos y temas populares en sus composiciones. Esto condujo al desarrollo de distintos estilos musicales nacionales, como la música rusa influenciada por las tradiciones populares, la música alemana arraigada en el romanticismo y la música francesa caracterizada por su elegancia y refinamiento. El énfasis en la identidad nacional y el patrimonio cultural contribuyó significativamente al enriquecimiento y diversificación de la música clásica occidental.