A medida que avanzaba su carrera, la música de Lavigne evolucionó para incorporar influencias más diversas. Su tercer álbum, "The Best Damn Thing" (2007), mostró una transición hacia un sonido pop más convencional, con elementos de power pop y música electrónica. Sus álbumes posteriores, incluidos "Goodbye Lullaby" (2011) y "Avril Lavigne" (2013), continuaron mezclando el pop-punk con otros géneros como el pop rock y el country.
En general, la música de Avril Lavigne se clasifica principalmente dentro de los géneros pop-punk y rock alternativo, pero también incorpora elementos de pop, punk rock, post-grunge y country, demostrando su versatilidad como artista.