Aquí hay un desglose:
* intensidad es la medida objetiva de potencia de sonido por unidad de área. Se mide en unidades de vatios por metro cuadrado (w/m²). Una mayor intensidad significa que la onda de sonido está transferiendo más energía.
* Volumen es la percepción subjetiva de la fuerza del sonido. Está influenciado por factores como la frecuencia del sonido y las habilidades auditivas individuales del oyente. Percibimos el volumen en una escala de tranquilidad a fuerte.
La relación logarítmica:
Nuestros oídos son increíblemente sensibles y pueden percibir una amplia gama de intensidades de sonido. Para manejar este amplio rango, nuestra percepción de volumen no aumenta linealmente con la intensidad. En cambio, sigue una escala logarítmica. Esto significa que un aumento de diez veces en la intensidad del sonido se percibe como una duplicación de la volumen.
Aquí hay una analogía:
Imagine una escalera donde cada paso representa una duplicación de volumen. Para llegar al siguiente paso (duplicar el volumen), debe escalar diez veces más alto (aumento de diez veces en intensidad).
Takeaways de teclas:
* La intensidad es una cantidad física objetiva, mientras que el volumen es subjetivo perceptual.
* El volumen aumenta logarítmicamente con la intensidad, lo que significa que nuestros oídos son más sensibles a los cambios en la intensidad en niveles más bajos que en niveles más altos.
* Esta relación logarítmica es la razón por la cual usamos una escala de decibelios (db) para medir los niveles de sonido, ya que comprime la amplia gama de intensidades de sonido en una escala más manejable para nuestra percepción.
En resumen, si bien la intensidad y el volumen están relacionados, no son lo mismo. Comprender su relación logarítmica nos ayuda a comprender cómo nuestros oídos perciben el sonido y por qué usamos decibelios para medir los niveles de sonido.