1. Guitarra eléctrica: El uso de una guitarra eléctrica para acompañar los números musicales es anacrónico, ya que la guitarra eléctrica no se inventó hasta el siglo XX. Este anacronismo deliberado tiene como objetivo conectar los temas y emociones de la historia bíblica con la era moderna, haciéndola más identificable y relevante para la audiencia.
2. Trajes y escenarios modernos: Los personajes del musical suelen vestir ropa contemporánea, lo que enfatiza aún más la intención de cerrar la brecha entre los tiempos antiguos y modernos. Esta elección permite a la audiencia establecer paralelos entre los eventos descritos en la historia bíblica y sus propias experiencias, fomentando una nueva interpretación de la narración.
3. Estilo de música pop-rock: El musical se aleja de las composiciones religiosas tradicionales al incorporar elementos de la música pop-rock. Esta desviación sirve para atraer a una audiencia más amplia y hacer que la historia sea más atractiva para las sensibilidades musicales contemporáneas, sin dejar de transmitir la esencia del relato bíblico.
4. Referencias a acontecimientos modernos: El musical incluye referencias a eventos y tendencias modernas, como un guiño a la guerra de Vietnam en la canción "La última cena". Esta combinación deliberada de referencias históricas y contemporáneas resalta la naturaleza universal de los temas explorados en el musical.
Estos símbolos anacrónicos sirven como elecciones creativas que cierran la brecha entre la narrativa bíblica antigua y el mundo moderno, dando a la historia una calidad atemporal y haciéndola relevante para audiencias de generaciones enteras.