1. Reúna sus suministros. Necesitarás:
* Un paño suave
* Un detergente suave
* Agua
*Un cepillo (opcional)
* Un paño para pulir (opcional)
2. Prepara tu instrumento. Retire los hilos o accesorios sueltos. Si su instrumento tiene una boquilla removible, retírela.
3. Limpie el instrumento con un paño suave. Esto eliminará el polvo o la suciedad que se haya acumulado en la superficie.
4. Mezcla un detergente suave con agua. Utilice una proporción de 1:10 de detergente y agua.
5. Sumerja el paño en la solución de detergente y limpie el instrumento. Asegúrate de entrar en todos los rincones.
6. Enjuague el instrumento con agua. Retire toda la solución de detergente.
7. Seque el instrumento con un paño suave.
8. Cepille el instrumento (opcional). Esto ayudará a eliminar la suciedad o la mugre rebelde.
9. Pulir el instrumento (opcional). Esto ayudará a proteger el acabado y darle brillo.
10. Guarde su instrumento en un lugar fresco y seco. Esto ayudará a evitar daños al instrumento.
Consejos adicionales:
* Evite el uso de productos químicos agresivos en su instrumento.
* Si tiene un instrumento de madera, asegúrese de acondicionarlo periódicamente para evitar que se agriete.
* Si tienes un instrumento de metal, asegúrate de lacarlo periódicamente para evitar que se empañe.
* Si tienes alguna duda sobre cómo limpiar tu instrumento, consulta con un profesional.