1. Asegúrese de que las clavijas de afinación estén correctamente asentadas en el clavijero. Las clavijas deben insertarse completamente en los orificios y no deben poder moverse de un lado a otro.
2. Aplique una pequeña cantidad de colofonia a las clavijas de afinación. La colofonia ayudará a crear fricción entre las clavijas y el clavijero, lo que hará que sea menos probable que se resbalen.
3. Reemplace las cuerdas. Las cuerdas viejas o desgastadas pueden hacer que las clavijas se deslicen. Si sus cuerdas tienen más de unos meses, puede que sea el momento de reemplazarlas.
4. Lleva el violín a un luthier. Si ha probado todo lo anterior y las clavijas aún se resbalan, es posible que deba llevar el violín a un luthier. Un luthier puede asegurarse de que las clavijas estén correctamente asentadas y puede aplicar una solución más permanente, como un compuesto para clavijas.
A continuación se ofrecen algunos consejos adicionales para mantener ajustadas las clavijas de afinación:
* No apriete demasiado las clavijas de afinación. Esto puede dañar las clavijas y el clavijero.
* Afina el violín en pequeños incrementos. Esto ayudará a evitar que las cuerdas se resbalen.
* Mantenga el violín en un lugar fresco y seco. La humedad puede hacer que las partes de madera del violín se hinchen, lo que puede hacer que las clavijas se aflojen.