Para fabricar latón, primero se funden cobre y zinc en un horno. Luego el metal fundido se vierte en un molde y se deja enfriar. Una vez que se ha solidificado, el latón se puede laminar, estirar o extruir en varias formas.
Las propiedades del latón se pueden variar cambiando la composición de la aleación. Por ejemplo, agregar más zinc hace que el latón sea más duro y resistente, mientras que agregar más cobre lo hace más dúctil y resistente a la corrosión.
El latón es una aleación versátil que se utiliza en una amplia variedad de aplicaciones, incluidas joyas, instrumentos musicales, accesorios de plomería y piezas de automóviles.