- El enfoque más directo es hablar con tu hermana sobre el tema.
- Explíquele que la música alta es molesta y que le agradecería que pudiera bajarla o usar auriculares.
- Trate de ser comprensivo y respetuoso, y escuche también su versión de los hechos.
- Si hablar con ella no funciona, puedes intentar establecer algunos límites.
- Por ejemplo, podrías pedirle que mantenga la música a un volumen razonable durante determinadas horas o que sólo la ponga en su propia habitación.
- Asegúrese de que los límites sean claros y justos, y esté preparado para hacerlos cumplir.
- A veces, la mejor solución es llegar a un compromiso.
- Por ejemplo, tu hermana podría estar dispuesta a bajar el volumen de la música si aceptas pasar un rato con ella escuchando su música favorita.
- Esté abierto a la negociación e intente encontrar una solución que funcione para ambos.
- Si todo lo demás falla, puedes intentar usar tapones para los oídos o auriculares.
- Esto le ayudará a bloquear el ruido y le resultará más fácil concentrarse o relajarse.
- Si la situación está causando angustia o conflicto significativo, es posible que desees buscar ayuda de un adulto, como tus padres u otro adulto de confianza.
-Es posible que puedan ayudarle a mediar en la situación.