1. Reducir el auge: Una almohada puede ayudar a absorber algunas de las frecuencias bajas producidas por el bombo, lo que da como resultado un sonido menos retumbante y más controlado. Esto puede resultar especialmente útil en salas más pequeñas o cuando se intenta conseguir un tono de bombo más definido y centrado.
2. Acortar el sostenido: Usar una almohada dentro del bombo también puede ayudar a acortar su sostenido, haciéndolo sonar más articulado y contundente. Esto puede resultar beneficioso para tempos más rápidos o cuando se tocan estilos que requieren un ataque y liberación más precisos.
3. Mejorar el ataque: Colocar una almohada en el bombo puede mejorar el ataque de la maza contra el parche, lo que da como resultado un sonido de graves más pronunciado y definido. Esto puede ser deseable en ciertos géneros musicales o cuando se intenta lograr un tono de bombo más cortante.
4. Control de armónicos: Una almohada puede ayudar a controlar los armónicos y las resonancias no deseadas que pueden ocurrir dentro del casco del bombo. Esto puede contribuir a un sonido más equilibrado y consistente en todo el espectro de frecuencias.
5. Versatilidad: El uso de almohadas u otros materiales amortiguadores permite un fácil ajuste del sonido del bombo. Puedes experimentar con diferentes materiales y posiciones dentro del tambor para encontrar el nivel deseado de control y tono.
Vale la pena señalar que, si bien usar una almohada es una técnica popular, no siempre es necesaria o adecuada para todas las situaciones. La decisión de utilizar o no una almohada en el bombo depende del sonido deseado, la acústica de la habitación y el estilo general de música que se toca. Algunos bateristas prefieren el sonido resonante natural del bombo sin ninguna amortiguación, mientras que otros encuentran que las almohadas proporcionan un sonido más controlado y versátil. En última instancia, es una cuestión de preferencia personal y de experimentar para encontrar el mejor enfoque para su configuración y necesidades musicales específicas.