Comprueba la caña . Si la caña es demasiado blanda, puede ser más propensa a chirriar. Intente cambiar a una caña más dura. Si la caña es demasiado vieja, también es más probable que chirríe. Reemplace la caña si es necesario.
Compruebe el instrumento . Asegúrate de que todos los tornillos y juntas del saxofón estén apretados. Si hay un tornillo o una junta floja, puede hacer que el saxofón pierda aire y produzca un sonido chirriante.
Utilice una boquilla de buena calidad . Una boquilla barata o dañada también puede provocar chirridos. Si no está seguro de si su boquilla es de buena calidad, intente cambiarla por otra.
Practica regularmente . La mejor forma de evitar los chirridos es practicar con regularidad. Cuanto más practiques, más te familiarizarás con la embocadura y la técnica correctas, y será menos probable que chirries.