Cuando la baqueta golpea la piel del tambor, la comprime y almacena energía potencial elástica. A medida que la piel rebota, libera esta energía, impulsando la baqueta hacia arriba. La cantidad de restitución, o rebote, depende de los materiales de la baqueta y de la piel del tambor, así como de la fuerza con la que la baqueta golpea la piel.