Antes del ars nova, la música se anotaba utilizando ritmo modal, que tenía un número limitado de patrones rítmicos que podían usarse. Ars nova introdujo nuevos valores de notas y símbolos que hicieron posible escribir patrones rítmicos complejos e intrincados que antes eran imposibles. Esta libertad permitió a los compositores crear formas de música nuevas y expresivas que nunca antes se habían escuchado.