Los radares de banda X funcionan a frecuencias mucho más altas que los radares de banda S tradicionales, lo que permite una resolución y precisión mejoradas. Esto los hace particularmente útiles para detectar y rastrear objetos pequeños que se mueven rápidamente, como aviones y misiles. Además, los radares de banda X tienen un ancho de haz más estrecho, lo que les permite enfocar la energía con mayor precisión y lograr una mayor discriminación entre objetivos.
Los sistemas de comunicaciones seguros que operan en la banda X pueden beneficiarse de mayores velocidades de datos y mayores niveles de seguridad en comparación con las bandas de microondas de menor frecuencia.