La relación entre la longitud del tubo y el tono del instrumento se puede expresar mediante la siguiente fórmula:
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f =v/λ
```
dónde:
* f es la frecuencia del sonido en hercios (Hz)
* v es la velocidad del sonido en metros por segundo (m/s)
* λ es la longitud de onda del sonido en metros (m)
La velocidad del sonido en el aire es de aproximadamente 343 m/s. La longitud de onda del sonido es igual a la longitud de la columna de aire que vibra cuando se toca el instrumento.
Por ejemplo, una trompeta tiene un tubo de aproximadamente 1,3 metros de largo. Por tanto, la longitud de onda del sonido que produce una trompeta es de aproximadamente 1,3 metros. La frecuencia del sonido que produce una trompeta es, por tanto, de aproximadamente 261 Hz, que es el tono de la nota C4.
El mismo principio se aplica a todos los demás instrumentos de latón a válvulas. Cuanto más largo sea el tubo, más grave será el tono del instrumento. Por eso las tubas tienen un tono más bajo que las trompetas.
La longitud del tubo no es el único factor que afecta el tono de un instrumento de metal. La forma de la campana, el tamaño de la boquilla y la tensión de las válvulas también influyen. Sin embargo, la longitud del tubo es el factor más importante a la hora de determinar el tono de un instrumento de metal.