Los orígenes del ukelele se remontan a las pequeñas guitarras portuguesas conocidas como "machetes" o "cavaquinhos", y las primeras llegadas a Hawái se produjeron a mediados del siglo XIX.
Llegada a Hawái
En 1879, un grupo de inmigrantes portugueses llegó a Hawái para trabajar en las plantaciones de azúcar y trajeron consigo sus machetes. Los nativos hawaianos quedaron cautivados por el sonido de estos instrumentos y comenzaron a realizar sus propias versiones, modificando el diseño y la afinación para adaptarlos a sus gustos musicales.
Popularidad en Hawái
El ukelele rápidamente ganó popularidad en Hawái y se convirtió en una parte clave de la música hawaiana, utilizado para acompañar canciones y bailes tradicionales como el luau. Músicos hawaianos como el rey David Kalākaua y su Royal Hawaiian Band ayudaron a popularizar el ukelele tanto a nivel local como internacional.
Difundir a EE. UU. continental y más allá
A principios del siglo XX, el ukelele fue introducido en los Estados Unidos continentales por músicos hawaianos que actuaban en espectáculos de vodevil y revistas musicales. La fascinación de Hollywood por el instrumento aumentó aún más su popularidad, lo que llevó al éxito general en las décadas de 1920 y 1930.
Variaciones e innovaciones
A lo largo de los años, se realizaron varias modificaciones en el diseño y construcción del ukelele. Se desarrollaron diferentes tamaños y formas de ukelele para adaptarse a diferentes estilos de interpretación, y fabricantes como Martin, Kamaka y KoAloha hicieron contribuciones significativas al desarrollo del instrumento.
Apelación mundial
La popularidad del ukelele siguió creciendo en todo el mundo, y músicos de diversos géneros lo incorporaron a su música. Los músicos de ukelele notables incluyen a George Formby, Israel Kamakawiwoʻole y Jake Shimabukuro, quienes han ayudado a presentar el instrumento a nuevas audiencias.
Hoy en día, el ukelele es reconocido como un instrumento versátil y accesible, disfrutado por músicos de todos los niveles en todo el mundo. Sigue siendo celebrado como un símbolo de la cultura hawaiana y su sonido contagioso trae alegría a personas de todo el mundo.