* Unidad: Empezar y terminar con la misma nota puede crear una sensación de unidad y simetría en una pieza musical. Esto puede resultar especialmente eficaz en piezas más breves, como preludios o estudios, donde no hay tanto tiempo para desarrollar y explorar diferentes ideas musicales.
* Énfasis: Empezar y terminar con la misma nota también puede ayudar a enfatizar esa nota y hacerla más memorable. Esto puede resultar útil para crear un gancho o una melodía fuerte que permanecerá en el oyente una vez terminada la pieza.
* Resolución: Finalmente, comenzar y terminar con la misma nota puede crear una sensación de resolución y finalidad. Esta puede ser una forma satisfactoria de terminar una pieza musical y dejar al oyente sintiéndose satisfecho y completo.
A continuación se muestran algunos ejemplos de piezas musicales que comienzan y terminan en la misma nota:
* "Para Elise" de Ludwig van Beethoven
* "Claro de luna" de Claude Debussy
* "El animador" de Scott Joplin
* "Sobre el arcoíris" de Harold Arlen
* "Qué mundo tan maravilloso" de George David Weiss y Bob Thiele