La pérdida de Northern Songs por parte de los Beatles fue un gran revés para la banda. Significaba que ya no recibirían regalías por sus canciones, que eran algunas de las más populares y exitosas de todos los tiempos. También significaba que no tendrían control sobre cómo se usaban sus canciones, lo que podría haber llevado a que se usaran de maneras que no aprobaran.
La pérdida de Northern Songs fue una gran decepción para The Beatles, pero también sirvió como una llamada de atención. Les hizo darse cuenta de que necesitaban tomar el control de sus propios asuntos comerciales y no depender de que otros lo hicieran por ellos. Como resultado, formaron su propio sello discográfico, Apple Records, y empezaron a tomar un papel más activo en su propia gestión.