Localiza el puente de tu violín. Este es el pequeño trozo de madera situado entre las cuerdas y el cordal.
Tome el silenciador de goma y colóquelo en el puente. La sordina debe colocarse perpendicular a las cuerdas, con las dos puntas extendiéndose a través de las cuerdas a cada lado.
Presione suavemente el silenciador hasta que se asiente firmemente en el puente. Asegúrate de que la sordina no toque ninguna de las cuerdas, ya que esto afectará el sonido del violín.
Cuando quieras quitar el silenciador, simplemente levántalo del puente.
Las sordinas de goma suelen venir en diferentes tamaños, por lo que es fundamental elegir una que se ajuste correctamente al puente de tu violín. Algunos violinistas también pueden ajustar ligeramente la posición de la sordina para lograr el nivel de silenciamiento deseado. También vale la pena señalar que las sordinas de goma pueden amortiguar el tono natural del violín, por lo que deben usarse con prudencia durante la práctica.