Para evitar que el agua dañe las almohadillas de su clarinete, es importante:
- Seca bien tu clarinete después de cada uso. Utilice un paño suave para limpiar la humedad del exterior del instrumento y utilice una serpiente perforadora o un hisopo para secar el interior.
- Mantenga su clarinete en un lugar fresco y seco cuando no esté en uso.
- Evite exponer su clarinete a temperaturas extremas, como clima frío o luz solar directa.
- No dejes tu clarinete sumergido en agua durante periodos prolongados de tiempo. Si necesita remojar las almohadillas de su clarinete para limpiarlas, asegúrese de secarlas bien después.
Si sigue estos sencillos consejos, puede ayudar a garantizar la longevidad de las almohadillas de su clarinete y mantener su instrumento tocando en las mejores condiciones.