El timbre de un sonido está determinado por una serie de factores, incluidos los armónicos presentes en el sonido, el ataque y caída del sonido y la resonancia del instrumento o la voz. En el caso del sitar y la flauta, el sitar produce un sonido rico en matices, mientras que la flauta produce un sonido más puro y suave. Además, el sitar tiene un ataque y una caída más largos que la flauta, y la resonancia del sitar es diferente a la de la flauta.
Como resultado de estas diferencias, el sonido de un sitar y una flauta tocando la misma nota se pueden distinguir fácilmente entre sí.