El estado de fluidez, acuñado por Mihály Csíkszentmihályi, se refiere al estado mental en el que una persona se sumerge completamente en una actividad, lo que lleva a una concentración intensa y una sensación de plenitud y disfrute total. En el caso de Franklin, cuando compone conciertos musicales, entra en un estado de fluidez en el que queda absorto en el proceso creativo, experimentando gran felicidad y placer.