También es importante mantener una temperatura constante en el estuche del violín, ya que los cambios bruscos también pueden resultar perjudiciales. Por este motivo, lo mejor es evitar dejar el violín expuesto al sol directamente o cerca de una fuente de calor como un radiador o una chimenea.
Además de la temperatura, la humedad también es importante en el cuidado del violín. El nivel de humedad ideal para un violín está entre el 40 y el 60 por ciento. Esto se puede lograr usando un humidificador en el estuche del violín o manteniendo el instrumento en una habitación con un humidificador.