Las primeras trompetas de metal aparecieron en Mesopotamia alrededor del año 2000 a.C. Estas trompetas estaban hechas de cobre o bronce y eran utilizadas por líderes militares y religiosos.
En el siglo XI, la trompeta se había extendido a Europa, donde se utilizaba tanto en la música secular como religiosa y como instrumento de señalización con fines militares.
La trompeta moderna se desarrolló en el siglo XIX con la invención de la válvula de pistón. Esta nueva tecnología permitió un mayor control sobre el tono de la trompeta, convirtiéndola en un instrumento más versátil.
Desde entonces, la trompeta se ha convertido en uno de los instrumentos más populares y reconocibles del mundo, y se utiliza en una amplia variedad de géneros musicales.