* Cambios de temperatura y humedad. Los violines están hechos de madera, que es un material higroscópico que absorbe y libera la humedad del aire. A medida que cambian la temperatura y la humedad, la madera del violín se expandirá o contraerá, lo que provocará que las cuerdas cambien de tensión y se desafinen.
* Estiramiento de cuerdas. Cuando tocas el violín, las cuerdas se estiran y tiran mientras las presionas con los dedos. Con el tiempo, esto puede hacer que las cuerdas se estiren permanentemente, lo que las desafinará.
* Desgaste por uso. A medida que tocas el violín, las cuerdas eventualmente se desgastarán y será necesario reemplazarlas. Las cuerdas viejas pueden estirarse, aflojarse o incluso romperse, lo que hará que el violín se desafine.
* Ajuste de puente o poste de sonido. El puente y la columna sonora son dos partes importantes del violín que mantienen las cuerdas en su lugar y transfieren sus vibraciones al cuerpo del instrumento. Si alguna de estas piezas está desajustada, puede provocar que las cuerdas se desafinen.
* Deslizamiento de la clavija. Las clavijas son pequeñas clavijas de madera que sujetan las cuerdas en su lugar en la parte superior del violín. Si las clavijas no están lo suficientemente apretadas, pueden deslizarse, lo que provocará que las cuerdas desafinen.
Es importante mantener el violín afinado para que suene lo mejor posible. Puede hacerlo comprobando periódicamente la sintonización y realizando los ajustes necesarios. Si no se siente cómodo haciendo ajustes usted mismo, puede llevar su violín a un técnico de violín calificado para que lo revise.