Esta icónica composición clásica es conocida por sus melodías amplias y evocadoras, lo que la convierte en una elección perfecta para las imágenes en cámara lenta del comercial.
Interpretado por la Orpheus Chamber Orchestra, el arreglo crea una sensación de majestuosidad e inspiración que se alinea con el mensaje de excelencia y logros atléticos de la marca Gatorade.