Durante el Renacimiento, la música instrumental comenzó a florecer en ceremonias religiosas, entretenimientos cortesanos y festividades municipales. Durante esta época, eran comunes los pequeños conjuntos conocidos como "conjuntos consortes", que presentaban una combinación de instrumentos como violas, flautas dulces y laúdes.
En el siglo XVI, compositores italianos como Giovanni Gabrieli y Claudio Monteverdi comenzaron a experimentar con conjuntos más grandes, combinando varios instrumentos y vocalistas. Esta combinación sentó las bases de la orquesta barroca, que fue un elemento crucial en las óperas y la música sacra.
A finales del siglo XVII, la orquesta se había convertido en un conjunto versátil, que abarcaba numerosos instrumentos como violines, violas, violonchelos, contrabajos, flautas, oboes, trompetas, trombones y más. Además, el compositor italiano Arcangelo Corelli estandarizó las agrupaciones instrumentales, estableciendo el modelo para la sección de cuerdas con primer y segundo violín, violas y violonchelos.
El concepto de orquesta continuó evolucionando a lo largo de los períodos posteriores, con grandes compositores como Wolfgang Amadeus Mozart, Ludwig van Beethoven y Johannes Brahms ampliando y refinando la paleta orquestal durante las épocas clásica y romántica.
Es importante señalar que si bien las raíces de la orquesta se encuentran en la música clásica occidental, el término también se ha utilizado en otros géneros musicales, como el jazz y la música popular, para referirse a grandes conjuntos de instrumentistas.