1. Pequeña escala e igualitaria: Las sociedades organizadas en bandas suelen ser de tamaño pequeño y a menudo comprenden sólo unas pocas docenas o unos cientos de individuos. Valoran el igualitarismo y carecen de estratificación social formal. La toma de decisiones suele realizarse mediante consenso o consulta entre los miembros del grupo.
2. Lazos de parentesco y reciprocidad: El parentesco y las relaciones familiares juegan un papel central en la organización de la sociedad. Las interacciones sociales se rigen por la reciprocidad, donde los individuos intercambian bienes y servicios basándose en obligaciones y expectativas mutuas.
3. Economía de subsistencia: Las sociedades organizadas en bandas se dedican principalmente a actividades de subsistencia, como la caza y la recolección, la pesca o la horticultura. Tienen un excedente de producción limitado o nulo y su economía se centra en satisfacer las necesidades inmediatas.
4. Movilidad geográfica: En muchas sociedades organizadas en bandas, la gente se desplaza con frecuencia en busca de recursos. Pueden seguir migraciones estacionales de animales, cultivar parcelas de tierra itinerantes o explotar fuentes de alimentos dispersas.
5. Estructura política flexible: Las sociedades organizadas en bandas a menudo carecen de autoridad centralizada o liderazgo institucionalizado. Los roles de liderazgo pueden ser temporales y estar basados en habilidades, experiencia o prestigio. Las decisiones a menudo se toman colectivamente mediante debates informales y la creación de consenso.
6. Territorialidad y reparto de recursos: Las sociedades organizadas en bandas suelen tener una comprensión comunitaria del uso de los recursos. Pueden tener reglas y prácticas consuetudinarias para regular el acceso a la tierra, el agua y otros recursos dentro de sus territorios definidos.
7. Espiritualidad y prácticas culturales: Las sociedades organizadas por bandas suelen tener fuertes creencias espirituales, rituales y ceremonias que desempeñan un papel integral en su vida social y cultural. Estas prácticas refuerzan los vínculos sociales, la transmisión cultural y un sentido de identidad compartida.
Las sociedades organizadas en bandas se encuentran en varias regiones del mundo, incluidas comunidades indígenas en la selva amazónica, la tundra ártica, el interior de Australia y otras áreas con disponibilidad limitada de recursos y estructuras sociales de pequeña escala. Ofrecen información sobre las complejidades de la organización social humana y la diversidad cultural en diferentes contextos geográficos y ecológicos.