Primero, la Biblia enseña que no debemos unirnos en yugo desigual con los incrédulos (2 Corintios 6:14). Esto significa que no debemos establecer asociaciones o alianzas estrechas con personas que no comparten nuestra fe. Sin embargo, esto no significa necesariamente que no podamos tener ningún contacto con los incrédulos. De hecho, la Biblia nos anima a compartir el evangelio con ellos (Mateo 28:19-20).
Segundo, la Biblia enseña que debemos usar nuestros dones y talentos para glorificar a Dios (1 Corintios 10:31). Esto significa que debemos usar nuestra música para alabar a Dios y difundir el evangelio. Si estamos en una banda con miembros no cristianos, debemos asegurarnos de que la música que tocamos sea consistente con nuestras creencias cristianas y que usemos nuestra música para compartir el evangelio.
En última instancia, la decisión de estar o no en una banda con miembros no cristianos es personal. Sin embargo, es importante considerar en oración los principios discutidos anteriormente antes de tomar una decisión.