La canción sirve como advertencia sobre los peligros de idolatrar a las celebridades y la importancia de buscar ayuda profesional para problemas de salud mental. Profundiza en temas de obsesión, enfermedades mentales y las consecuencias de relaciones poco saludables.
El título de la canción es una combinación abreviada de las palabras "stalker" y "fan", destacando la confusión de los límites entre la admiración y la peligrosa obsesión. Las letras de Eminem ofrecen una exploración conmovedora de los efectos de la fama, las presiones que enfrentan las celebridades y las emociones complejas que pueden experimentar los fanáticos.