A pesar de sus decepciones, Beethoven nunca perdió la fe en los ideales de la revolución. Continuó apoyando el republicanismo y la democracia, y expresó estos puntos de vista en su música. Por ejemplo, el tercer movimiento de su Novena Sinfonía, la "Oda a la Alegría", es una poderosa expresión de la creencia de Beethoven en la hermandad del hombre y la igualdad universal de todas las personas.
Las opiniones políticas de Beethoven también estuvieron influenciadas por sus experiencias personales. Era un alemán orgulloso y se sentía profundamente ofendido por la ocupación francesa de Alemania durante las guerras napoleónicas. Beethoven expresó su patriotismo en su música, como en su Sinfonía n.° 3, la "Eroica", dedicada a la memoria del héroe que luchó por la libertad contra los invasores franceses.
Las opiniones políticas de Beethoven fueron controvertidas en ese momento y a menudo fue criticado por ellas. Sin embargo, nunca vaciló en sus creencias y utilizó su música para expresar sus esperanzas de un futuro mejor. La música de Beethoven es un testimonio de su dedicación a los ideales de la Revolución Francesa, su amor por la libertad y la democracia y su creencia en la bondad innata de la humanidad.