En el lado positivo, Lennon apreció la capacidad de Ringo para mantener un ritmo constante y proporcionar una base sólida para la música de la banda. En una entrevista de 1971, Lennon comentó:"La forma de tocar la batería de Ringo es muy básica, pero es exactamente lo que necesitamos. Él es la columna vertebral de la banda". Lennon también admiraba la versatilidad y adaptabilidad de Ringo a diferentes estilos musicales.
Sin embargo, Lennon también expresó su frustración por las deficiencias técnicas percibidas por Ringo. A veces sentía que Ringo carecía de la delicadeza y creatividad de otros bateristas, y que su forma de tocar la batería era demasiado simple o repetitiva. En una entrevista de 1968, Lennon comentó:"Ringo no es exactamente el mejor baterista del mundo, pero es nuestro baterista y lo amamos".
A pesar de estas críticas, Lennon reconoció la importancia de las contribuciones de Ringo al sonido y al éxito de los Beatles. Entendió que la simplicidad y la coherencia de Ringo eran elementos cruciales en la música de la banda. En su autobiografía de 1970, Lennon escribió:"Ringo es el baterista más subestimado del mundo. Es el mejor a su manera y es perfecto para los Beatles".