Se utiliza comúnmente con fines de práctica o ensayo, lo que permite a los músicos concentrarse en una parte específica de la música sin el acompañamiento completo. Las pistas de acompañamiento o acompañamientos se crean con versiones menos uno, lo que brinda flexibilidad a los intérpretes y mejora el proceso de aprendizaje.
Por ejemplo, una banda podría crear una pista menos uno de su canción, omitiendo la parte de guitarra, poniéndola a disposición de los guitarristas que quieran practicar e improvisar sus propios solos de guitarra sobre la música pregrabada.
Las pistas menos uno también son valiosas en la educación musical y los esfuerzos de colaboración, ya que permiten a los músicos trabajar en el tiempo, el fraseo y la entonación de forma independiente sin dejar de tener el contexto y el apoyo de la pista de acompañamiento.
En general, la música menos uno sirve como una herramienta útil para que los músicos refinen sus interpretaciones individuales y mejoren sus rutinas de práctica.