Hay varias formas de cambiar el tono de un sonido:
A través de medios físicos:los métodos físicos, como los ajustes de tensión o longitud, pueden cambiar la frecuencia de los objetos que producen sonido, como cuerdas, membranas o instrumentos de viento. Por ejemplo, apretar o aflojar la cuerda de una guitarra cambia su tono.
Manipulación electrónica:utilizando software de edición de audio o dispositivos electrónicos, puede alterar digitalmente el tono de los sonidos grabados. Esto implica estirar o comprimir en el tiempo la onda sonora, lo que afecta la frecuencia y el tono percibido.
Técnicas analógicas:ciertos dispositivos analógicos, como un cambiador de tono, pueden cambiar el tono de una señal de audio en tiempo real. Esto se logra variando la velocidad de reproducción de la señal.
En música y diseño de sonido:en música y diseño de sonido, la alteración del tono se utiliza a menudo para crear diferentes tonos, efectos y melodías. Se puede realizar mediante técnicas instrumentales específicas (por ejemplo, usar una guitarra slide o vibrato vocal) o con herramientas electrónicas como sintetizadores o complementos de corrección de tono.
El control de tono es una característica común en el software de música y las estaciones de trabajo de audio digital, que permite un ajuste y modificación precisos del tono del contenido de audio.
Es importante tener en cuenta que cambiar el tono de un sonido también puede afectar su timbre y otras características, lo que resulta en una calidad de sonido general transformada.