Se cree que el Evangelio de Mateo fue escrito en el siglo I d.C., en algún momento entre el 80 y el 90 d.C. A menudo se lo conoce como "el Evangelio del Reino" o "el Evangelio del Rey", ya que enfatiza fuertemente la realeza de Jesús y el establecimiento del reino de Dios en la Tierra.
El evangelio de Mateo sirve como una narración de la vida de Jesús, comenzando con su genealogía, nacimiento y primeros ministerios. Incluye acontecimientos significativos como el Sermón de la Montaña, parábolas, milagros y la pasión, muerte y resurrección de Jesús. El evangelio también destaca las enseñanzas e instrucciones de Jesús a sus discípulos y proporciona un fundamento teológico para la comunidad cristiana primitiva.
El evangelio de Mateo fue escrito principalmente para una audiencia judía y busca presentar a Jesús como el cumplimiento de las profecías del Antiguo Testamento. Enfatiza la continuidad entre la fe judía y las enseñanzas de Jesús, mostrando que Jesús no vino a abolir la Ley sino a cumplirla.
Además de ser el autor del Evangelio de Mateo, Mateo también es venerado como santo en la Iglesia Católica, la Iglesia Ortodoxa Oriental, la Iglesia Ortodoxa Oriental, la Iglesia Luterana, la Comunión Anglicana y otras tradiciones cristianas. A menudo se le representa en el arte religioso como un hombre alado, sosteniendo un libro o un pergamino, simbolizando su papel como escritor de evangelios.