El testamento comienza cuando Shakespeare nombra a su yerno, John Hall, como su albacea. Luego deja la mayor parte de su patrimonio a su hija, Susanna Hall, y a su marido. Esto incluía la casa familiar en Stratford-upon-Avon, así como varias propiedades en Londres y otros lugares.
Shakespeare también hizo legados a sus otros familiares y amigos. Dejó dinero a su esposa, Anne Hathaway, así como a sus nietos. También dejó dinero a sus compañeros actores, incluidos Richard Burbage y Henry Condell.
Uno de los legados más interesantes del testamento de Shakespeare es el regalo de su "segunda mejor cama" a su esposa. Algunos estudiosos han interpretado esto como una muestra de cariño, mientras que otros han sugerido que pudo haber sido una forma de desheredarla.
El testamento de Shakespeare es un documento valioso que proporciona información sobre su vida y su familia. También es un recordatorio de la importancia de la planificación patrimonial, ya que garantiza que sus deseos se cumplan después de su muerte.