1. Pruebas estandarizadas :NCLB aumentó el énfasis en las pruebas estandarizadas en las escuelas públicas. Se requirió que los estados administraran evaluaciones anuales en lectura, matemáticas y ciencias a todos los estudiantes en los grados 3 a 8 y una vez en la escuela secundaria. Los resultados de estas pruebas se utilizaron para medir el progreso de los estudiantes e identificar las escuelas que necesitaban mejorar.
2. Responsabilidad :NCLB implementó medidas de rendición de cuentas para escuelas y distritos escolares basadas en el resultado de las pruebas estandarizadas. Las escuelas que sistemáticamente no cumplieran con los estándares especificados podrían enfrentar consecuencias como la reestructuración o ser etiquetadas como "necesarias de mejora". ".
3. Progreso anual adecuado (AYP) :Se esperaba que las escuelas lograran un progreso anual adecuado (AYP) para mejorar el rendimiento estudiantil cada año. Se establecieron objetivos de AYP para diferentes grupos de estudiantes, como todos los estudiantes, minorías raciales/étnicas y estudiantes de familias de bajos ingresos. Las escuelas que no alcanzaron el AYP durante varios años podrían estar sujetas a intervenciones, como una mayor supervisión o reestructuración.
4. Elección de escuela: NCLB incluía una disposición que permitía a los padres transferir a sus hijos a escuelas de mayor rendimiento dentro de sus distritos si sus escuelas actuales no cumplían con el AYP durante varios años. Esta disposición tenía como objetivo fomentar la competencia entre las escuelas y brindar a las familias más opciones.
5. Financiación :NCLB aumentó los fondos federales para las escuelas públicas para apoyar diversas iniciativas educativas, incluido el desarrollo profesional para maestros, la educación infantil temprana y programas para estudiantes con discapacidades.
6. Cualificaciones de los profesores: La NCLB también estableció requisitos para las calificaciones de los docentes en materias académicas básicas. Los maestros debían tener una certificación estatal y una licenciatura en sus materias de enseñanza, y no podían enseñar fuera de sus áreas de especialización.
La Ley Que Ningún Niño Se Quede Atrás tuvo un impacto significativo en la educación pública en los Estados Unidos y sus disposiciones han sido ampliamente debatidas y cuestionadas a lo largo del tiempo. Si bien tenía la intención de mejorar las oportunidades y los resultados educativos, también enfrentó críticas relacionadas con su excesiva dependencia de las pruebas estandarizadas, su excesivo enfoque en las mediciones de rendición de cuentas y posibles consecuencias negativas para las escuelas y los estudiantes.