* "Estás tan gordo como la mantequilla".
* "Estás tan seco como un hueso".
* "Eres tan delgado como un rastrillo".
* "Estás pálido como la muerte".
* "Eres tan orgulloso como un pavo real".
* "Eres tan falso como un zorro".
* "Eres tan lento como un caracol."
* "Eres tan mudo como una piedra".
* "Estás tan ciego como un murciélago".
* "Estás tan sordo como una víbora".
Los insultos de Shakespeare no deben tomarse literalmente, sino más bien como formas inteligentes y entretenidas de burlarse de alguien o expresar su desaprobación. A menudo emplean exageración, ironía y yuxtaposiciones inesperadas para crear un efecto memorable y humorístico.