Willy es un vendedor que trabaja para la misma empresa desde hace más de 30 años. Tiene dificultades económicas y está a punto de ser despedido. A pesar de sus circunstancias, Willy se niega a aceptar que no es más que un vendedor exitoso. Él cree que está a sólo una gran venta de triunfar.
La búsqueda del sueño americano de Willy es su perdición. Está tan concentrado en lograr el éxito que ignora a su familia y amigos. Tampoco está dispuesto a afrontar la verdad sobre su propia vida. Esta negación lo lleva a tomar decisiones cada vez más equivocadas, que finalmente resultan en su trágica muerte.
El trágico defecto de Willy Loman es una advertencia sobre los peligros de perseguir el sueño americano a expensas de todo lo demás. Es un recordatorio de que no siempre vale la pena sacrificar el éxito.