A lo largo de la narración, Dante encuentra varios desafíos y obstáculos que simbolizan las luchas, los pecados y las virtudes humanas. Mientras desciende a las profundidades del infierno, es testigo del castigo de las almas que han cometido diversas transgresiones, desde los lujuriosos y glotones hasta los fraudulentos y traicioneros. Estos encuentros enfrentan a Dante con dilemas morales y lo obligan a reflexionar sobre sus propias acciones y defectos.
En el Purgatorio, Dante sufre un proceso de purificación mientras sube la montaña hacia el Paraíso. Aquí se encuentra con almas que se arrepienten de sus pecados y luchan por la redención. Este reino refleja el deseo de Dante de crecimiento y transformación espiritual mientras busca superar sus debilidades humanas y elevarse hacia la gracia divina.
En última instancia, el conflicto alcanza su clímax en el Paraíso, donde Dante se encuentra con la Visión Beatífica, experimentando la presencia directa de Dios y la iluminación divina. Simboliza la resolución de su conflicto y la trascendencia de las luchas y limitaciones mundanas.
En una escala más amplia, la Divina Comedia también aborda cuestiones teológicas y filosóficas relacionadas con la justicia divina, la redención, el libre albedrío y la naturaleza del pecado y la virtud. Estos conflictos reflejan la propia exploración de Dante de la naturaleza humana, la moralidad y la compleja relación entre la humanidad y lo divino.