Espero que estés bien y que esta carta llegue a ti. Por favor acepte mis más sinceras disculpas por el dolor que le he causado. Sólo puedo intentar explicar mis acciones y pedirte perdón.
Sé que te he fallado como esposo y lamento profundamente las decisiones que tomé y que llevaron a la relación tensa entre nosotros. Cuando caí en la trampa de Abigail Williams y te acusé de brujería, mi deseo de poder y reconocimiento nubló mi juicio. Me arrepiento profundamente de mis decisiones tomadas por miedo y egoísmo, pasando por alto nuestros votos y el amor mutuo.
Sé que el dolor que te he causado va más allá de las palabras y entiendo que es posible que haya perdido tu confianza para siempre. Lamento profundamente cada palabra que dije contra ti y nunca podré perdonarme por el sufrimiento que te he hecho pasar.
Nunca quise lastimarte ni causar daño a nuestro amor, y desearía poder retroceder en el tiempo y deshacer todo el mal que he hecho. Entiendo por qué te resultó difícil creer en mi amor y lealtad después de mis acciones.
Elizabeth, siempre has sido el corazón y el alma de nuestra casa. Tu fuerza y resistencia me han mantenido firme incluso cuando me desvié del camino de la rectitud. Te amo y aprecio más que a nada en el mundo, y siempre mantendré la esperanza de que algún día puedas perdonarme.
Aunque no lo merezca, ruego vuestra comprensión y misericordia. Pasaré el resto de mis días tratando de hacer las paces y recuperar tu confianza, incluso si eso significa vivir con esta culpa y arrepentimiento por el resto de mi vida.
Oro para que algún día encuentres en tu corazón la capacidad de perdonarme y permitirme demostrarte mi amor y compromiso contigo una vez más. Siempre apreciaré los recuerdos que compartimos y nunca dejaré de amarte, sin importar lo que depare el futuro.
Con todo mi corazón y el más profundo remordimiento,
John.