La danza Subli es una danza folclórica tradicional filipina que se originó en la provincia de Batangas. Se dice que fue realizado por primera vez por un grupo de agricultores que, en medio de una sequía, rezaron a los dioses para que lloviera. El baile se caracteriza por sus movimientos vivos y enérgicos, y suele realizarse durante festivales y otras ocasiones especiales.
El disfraz
El traje para el baile Subli es vibrante y colorido, y presenta ropa tradicional filipina con algunos toques modernos. Aquí hay una descripción del disfraz:
1. Arriba: Las bailarinas visten una blusa o "baro" de tela transparente, con intrincados bordados y adornos en escote, mangas y dobladillo. La blusa suele combinarse con un chal colorido o "panuelo". Los bailarines visten una "camisa de chino", que es una camisa de manga larga con cuello chino y bordados intrincados en el frente y los puños.
2. Abajo: Las bailarinas visten una falda larga o "saya" hecha de una tela vibrante y liviana, con capas de volantes o pliegues que agregan volumen y movimiento al baile. La falda suele estar adornada con estampados y bordados coloridos. Los bailarines usan "pantalones", que son pantalones sueltos y holgados que permiten una mayor libertad de movimiento.
3. Accesorios: Tanto los bailarines como las bailarinas usan un "salakot", que es un sombrero tradicional filipino hecho de paja o bambú finamente tejido. El sombrero suele estar decorado con cintas, cuentas o flores de colores. Los bailarines también usan una faja o "balintawak" alrededor de la cintura, lo que agrega un toque de elegancia y ayuda a definir la cintura.
4. Calzado: Los bailarines suelen realizar la danza Subli descalzos o con sandalias sencillas.
5. Joyas: Las bailarinas se adornan con joyas tradicionales filipinas, como aretes, collares, pulseras y tobilleras. Estos accesorios suelen estar hechos de oro, plata o perlas y añaden un toque de glamour al disfraz.
En general, el traje para la danza Subli muestra los colores vibrantes y el rico patrimonio cultural de Filipinas, al tiempo que permite a los bailarines moverse libremente y expresar el espíritu alegre y enérgico de la danza.