Julieta no descubre la identidad de Romeo hasta después del baile, cuando la enfermera confiesa que Romeo es un Montesco. Inicialmente duda y se preocupa, pero finalmente decide declararle su amor a Romeo.
Los amantes continúan reuniéndose en secreto y planean casarse. Sin embargo, su relación está prohibida debido a la disputa entre sus familias. Finalmente, el amor mutuo los lleva a sus trágicas muertes, lo que pone de relieve las consecuencias de sus decisiones y el poder del amor.